Y este deseo que no ahogo,
deja en mi un nombre
que no nombro…
Luce la oscuridad lánguidas sombras
que se pasean junto a las sobras
de esta noche de no arropa
tus labios en mi espalda,
mientras dibujas los mapas
de mis anhelos y tus ganas,
entrando en mis venas
sin pedir permiso ni hora
para ejecutar los sabores
que buscas en los roces
de los días y sus albores..
Los sentidos se me rebelan,
no entienden de esta ausencia,
en alerta permanente,
al borde de la demencia.
Amaneceres rotos
por los llantos de las llamadas
de la piel abandonada
al olvido y la desgana,
rumiando una y otra vez,
los restos de la batalla
que dejó tu abandono
en mi cuerpo, y en mi alma…
Elizabetta
Nov. de 2010
8 comentarios:
los restos de la batalla
que dejó tu abandono
en mi cuerpo, y en mi alma…
Preciosas palabras...
cuando el abandono llega..deja algo para recordarlo..y todo se hace mas claro que antes y no quiere abandonarnos..No revolusiona..nos transforma en otro ser..porque no aceptamos sentirnos abandonados..
Preciosa poesía
Estimada Elizabetta si que sabes conjugar la pasión. Tus versos son llamas.
Hermoso leerte
Cuando el alma se siente abandonada, se estremece ante la derrota, vuela en pos del descanso, del hueco de la roca donde regenerarse, serenarse y poder sentir de nuevo en paz.
Precioso poema, Elizabetta.
Que bien reflejas el dolor que produce las ausencias, aquellas que dejan en pleno abandono cuerpo y alma.
¡Formidable Elizabetta!
Tus poemas tienen la fuerza de la desesperación de la pasión y la ausencia del amor.
Muy hermoso.
Un abrazo.
Maravillosas son tus letras en cada parrafo que leo, tiene fuerza del principio al fin, felicitaciones, amiga
Estimados Isangel,Prudencio, Ciento15,Sentir, Andrés, Silvia, Robi,...mil gracias por vuestras palabras y vuestras apreciaciones...agradecida infinitamente os quedo...
Mil besos y un abrazo para cada unos de vosotros..
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