17 de enero de 2011

ANTES QUE EL DIABLO, SE DE CUENTA

Huyamos,
antes que el
diablo se de cuenta,
que aun estamos
vivos, sanados,
amorosos, leales,
mas que en el infierno
del Dante;
hoy me toca huir a mi,
no preciso
su mano, aterradora,
ni su mieses
mentirosa, ni sus palabras,
ni nada;
huyamos,
antes que el diablo se de cuenta,
de nuestras paginas
dañadas,
en el progreso
de la infamia,
de la mala impresión,
huyamos!
antes que el diablo se de
cuenta,
que estoy, estamos,
vivos,
reyes de las
utopías,
los poetas y sus cantos!
huyamos y cerremos
la puerta, en el rincón
ultimo,

 

de nuestra casa
solitaria,
en la colina
donde el mar,
pega pega, pega,
con oleaje 
iracundo, sobre
el abismo, existente
entre vos,
y el diablo,
que nos mira, simplemente,
pero a vos,
te digo:
que no quiero verte,
que no quiero, diablo

 




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Lidia, espero te encuentres muy bien. Como siempre reflexivas tus palabras y muy tuyas (con tu sello). En cuanto a lo del diablo, siempre he creido que tanto lo blanco como lo negro habita en nosotros y va por nuestra cuenta como manejamos eso. El paraíso y el infierno nace y muere con nosotros. Sufrir es una opción (a la que a veces solo nos queda elegir, es cierto). El diablo solo puede entrar, la puerta y el cerrojo está en nuestro poder. Eso creo yo al menos, lo cual es bueno, porque a menudo me equivoco.
Beso grande querida poeta.

Santiago Medina dijo...

Estoy de acuerdo con Ciento 15 pero a veces en la vida el diablo se viste de ángel protector.Que dificil es darse cuenta?.
un saludo y buen poema como me tienes acostumbrado.

María dijo...

Mi querida Escriba, la intuición, la sabiduría y la enorme fuerza de tu corazón se puede enfrentar al mundo!
Tu eres capaz de todo y siempre encuentras una salida de esperanza.
Un beso con todo mi cariño.