12 de enero de 2011

Como una vela


Como una vela tus besos se derriten en mi boca

se deshacen de amor incontrolado

tu llama quema mi cuerpo

siendo tu,  la leña que más me calienta,

tu amor es inmenso

como el mar de mi deseo

grande y colosal

como el sol que ilumina nuestros cuerpos desnudos,

cada vez que siento tu aliento sobre mi cara

me embelesa como un perfume y no me deja pensar

tan solo intento abrazarte entre mis brazos

sentir el calor de tu belleza en mis manos.

Como una vela sigo así contigo

siendo la mecha la vida que quiero a tu lado

y la cera todo lo que nos rodea en este mundo.

Como una vela quiero seguir

 dándote luz y calor

hasta que un día me consuma con nuestro destino.





3 comentarios:

María dijo...

El amor, como la luz de una vela, hay que mantenerlo, acunarlo y cuidarlo.
Sólo así puede sobrevivir.
Besos

Joaquín Lourido dijo...

El amor, como una vela hay que vivirlo con intensidad y no tanta en función de la llama de la misma. Pero no se dosifica como si fuera una cosa -como ir al trabajo por una jornada de 8 horas- sino, que este permite momentos con ternura, mimos y alta definición al climax que uno desea llegar. Para que esto suceda hay que convertir el amor en una verdadero sentir diverso cada seguundo que respiramos... Sino la vida de uno será un mero vegetal.

Bien razonado, con cadencia, y sobre todo con una forma libre y abierto para que cada uno podamos aportar algo más a lo que dices en tu poema. Felicidades !!!

Unha aperta dende Galicia.

Elizabetta Puig dijo...

Muy...intenso...
Me encantó leerte Santiago..

Un saludo
Elizabetta