Oye, mi voz
oye mi canto,
por favor,
tallado
en mármol;
oye mis penas,
oye el castigo,
oye mis lágrimas,
con ese estilo,
por lo que mas
quieras,
oye el instante,
que te brindo,
con cristales,
duros como rocas,
serian, vosotros,
el publico invisible,
allí en la oscuridad,
que oiga,
mis vidas paralelas,
la egoísta,
la mezquina,
la idiota,
la presurosa,
la cascada,
el manantial,
el esqueleto,
que somos,
oye tu precisamente
de lo que no hablo
nunca,
ya que en el medio
no puedes oír,
tanto ruido,
en el silencio,
que me circunda,
en este preciso
instante,
delante,
déjame volar,
como suelo
hacerlo
y oye mi canto,
impreciso,
del momento
cristal, en roca
se convierte!
3 comentarios:
Un ejemplo de fortaleza, Lidi aquerida...
Siempre única..
Me encanta tu escritura...trasmite tanta fuerza..
Mil besos Lidia..
Materialisas los sentimientos a través de la palabra poética, cada verso un sueño hecho realidad para el poeta. Saludos cordiales.
Tu fuerza siempre se hace presente en tus palabras y tu mirada intensa.
Tu canto se hace música celestial en tus versos.
Un beso y mi cariño siempre, querida Lidia.
Publicar un comentario