Combado está el enunciado que trae
entre sus alas
el ave del paraíso que sobrevuela
con su graznar encendido
por entre las altas torres de la ciudad.
Disolutos en la suciedad atmosférica
se repliegan los sentires
de las golondrinas y las grullas
cuando blancas y puras se ofrecieron
las palmas de tus manos
al hacer de los diversos estamentos
un clamor de lágrimas
que rebosa las fuentes de la ciudad
con el salado paladar
de las solitarias ramblas que encallan
tu mirada entre las ascuas
que brillan en la noche
alumbrándote con la luz natural de la oscura noche
en la que salieron los luceros cantando serio
avivando los celos de las gavinas
que sobrevuelan las mentes de las mentiras
con las verdades hechas inciertas
cavilaciones ente almohadones de luna llena,
cadencias de la orbita de Venus
sorteando los dispendios de los remeros
en los mares de las espumas esteparias.
Soplan las nieblas sus desazones
cantan los soles sus razones.
03/02/2010
3 comentarios:
Brisas de la oscuridad de un sombra que anhela otros cantos.
Hermoso poema Ángel.
Gracias por estar siempre con nosotros.
Un beso.
Un momento divino que has logrado dibujar con el pincel de la palabra. Te felicito y gracias por permitirnos este momento. Saludos, desde Panamá.
Angel has logrado realizar ese cuadro pictórico que muchos anhelamos realizar y lo más importante cada pincelada bien dada.
Un fuerte abrazo y no dejes de escribir...
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