No más odio
ni venganza
fruto amargo de la guerra;
queremos paz y justicia
sin temores ni violencia.
No más sangre de inocentes
mancillando nuestra tierra,
no más crímenes ocultos
ni traición tras de las puertas.
Seremos un pueblo noble
que no se ampare en la fuerza;
Si libres queremos ser
tendremos el alma enhiesta
que temple nuestras acciones
y nos limpie la conciencia.
Pero ante todo, exigimos
que se cumplan las promesas
rescatando nuestras vidas
hundidas en la miseria.
Ha pasado ya
el combate
confiamos en que no vuelva,
hoy el refulgente Símbolo
entre nosotros ondea:
La Paz como Dios, sin verle,
habita en nuestra conciencia.
Que mantenerla sepamos
Para que
siempre esté cerca,
sin alejarse jamás
guardando nuestras fronteras.
!Gloria al pueblo que recobra
con sacrificio, su tierra,
aunque abonada con sangre
será Patria sin cadenas
ofreciéndonos la Paz
como impoluta vivencia.
Se ha unido
la misma savia
de equidad e inteligencia
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