Te digo adiós,
amor, y no estoy triste.
Gracias, mi amor,
por lo que ya me has dado,
un solo beso lento
y prolongado
Que se truncó en
dolor cuando partiste.
No supiste
entender, no comprendiste
que era un amor
final, desesperado,
ni intentaste
arrancarme de tu lado
Cuando con duro
corazón me heriste.
Lloré tanto aquel
día que no quiero
pensar que el mismo
sufrimiento espero
cada vez que en tu
vida reaparece
ese amor que al
negarlo te ilumina.
Tu luz es él cuando
mi luz decrece,
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario