Autor: Lord Byron
(Inglaterra, 1788 - 1824)
Llora en silencio mi alma
solitaria,
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
3 comentarios:
Precioso!!!
Espero que disfruten de este rinconcito lleno de Poesías.
Gracias por compartir esta pagina tan bella.
Besos
Te felicito por tu Blog.
Buen finde
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