9 de octubre de 2010

A la deriva II

 


 A de ser el viento
quien me aleje de esta, mi soledad
para dejarme más allá de mi cuerpo
a la deriva.





6 comentarios:

aapayés dijo...

Un paso inesperado ante tu espacio, me doblego y acaricio así tu presencia escrita…

Pido disculpas por mi ausencia y por este pequeño mensaje, que publico en la mayoría de los blog que visito.

Un abrazo
Saludos fraternos a todos…

María dijo...

Ha de ser el tiempo y tu corazón quien tome las riendas de la ruta por conquistar.
Un beso.

Anónimo dijo...

Para los barcos a la deriva los faros ofrecen la luz salvadora que evita los acantilados perversos.
Sigue la luz de tu faro.
Gracias por estar entre nosotros.
Un beso.

Prudencio Hernández Jr. dijo...

En momentos asi..es mejor dejarse llevar...seguro que nos encotramos con lo que buscamos..el universo se mueve para hacernos felces..debemos esperar...
Saludos poeta

Prudencio Hernández Jr. dijo...

felces = felices..jeje

Anónimo dijo...

Rey, breve poema pero exquisito, me encanto en pocas palabras dejas tanto.
besitos para ti, que Dios te bendiga