14 de octubre de 2010

Tirania Horaria


..Las horas parecen tan fugaces, pasando velozmente a nuestro lado.
Siendo nuestra existencia tan efímera que quisiéramos guardarla muy adentro de nuestro pequeño y nervioso corazón.
Los minutos corren los segundos vuelan, inexorable es el paso del tiempo a nuestro lado e intentar reaccionar en algo ya es tarde.

Atesorar quisiéramos muchos momentos y depositarlos.
en nuestra retina para guardarlos en el galpón de la memoria aislándolo de la tiranía del reloj,
Quisiéramos que todo fuese dia y noche, ni horas ni minutos o segundos y no tener el tiempo como división.
Para que dulcemente podamos decir, hoy te amo más que anoche y mañana te amare más.
Que las horas del tiempo no fuesen control.
Y que nosotros controlásemos el tiempo.



Robi






4 comentarios:

María dijo...

Si el tiempo inexorable, no marcara nuestro camino, verdad?.
Al mirar atrás vemos desde la distancia el tiempo vivido y sabemos que el ahora, ya empieza a ser pasado.
Hermoso y a la vez triste poema.
Un beso.

Anónimo dijo...

La crudeza del paso del tiempo que nos marca implacable el latido de un reloj.
La nostalgia, recubre tu poema, que nuevamente hallará un reflejo de luz.
Besos, Robi.

Silvia dijo...

Ah el tiempo...
Tempus fugit...
Si pudiéramos recogerlo en una cajita y usarlo a nuestro antonojo, quizás...
Abrazos.

Elizabetta Puig dijo...

El tiempo y su propio ritmo, no se detiene ni se le puede guardar..Ese es el dolor que nos deja.
Me gusto..
Un saludo..