24 de enero de 2011

De repente

           
 
Dedicado a esas mujeres que se
           encuentran con el odio de repente.


De repente,
una mano acecha,
en su cuerpo hace brecha,
sin motivo aparente.

Siempre es así,
de repente,
insultos y vejaciones
y con sus acciones,
más humillaciones,
intentando dominar a su antojo,
dejándola echa un despojo,
para dejar contento su interior,
ese interior podrido,
que huele a basura,
que huele a odio y amargura,
que es la nulidad humana.

De repente,
todo se acaba
cuando la persona da la cara
y se enfrenta al mal,
ese mal que parece anormal
costándola la vida a veces.

¿Por qué alguna vez de repente, no abrimos ya los ojos?.
Diciembre de 2009

 


 

4 comentarios:

Joaquín Lourido dijo...

Buena pregunta la que haces, Santiago. Pero no es el odio que ellas generan de repente. Es que llevan muchos siglos con un sistema patriarcal -al igual que el rol de la Iglesia- infundir temor para controlarte y a eso se considera respeto?, no... Es un abuso alegal como dicen muchos, en vez de decir ilegal. Has planteado unos versos que se pueden hacer por pasiva y no serían los mismos. No quiero decir que los versos estén mal. No es simplemente el contenido que es muy complejo. Hablar de temas así es complicado y está bien realizar trova sobre ello. Alguno te preguntará qué es el mal y qué es el bien?
- Es la educación que tenderemos tod@s hasta el final de nuestras vidas. Es ahí donde reside la cuestión. No hay mal, ni bien. Hay bondad y maldad y elegimos en función de nuestra personalidad ese camino que siempre es cambiable en el futuro.
Si te fijas reafirmo al derecho de las mujeres y sobre todo a la sensatez humana. Y en vez de buscar soluciones através del género. Las hay que ver como personas y criterios unificados. Nos iría bastante mejor. Bueno, esa es mi opinión.

Un fuerte abrazo. Es muy importante atreverse con temas como este u otros. Porque gracias a las diferentes opiniones, todos aprendemos día a día.

Buen comienzo de la Semana !!!

Santiago Medina dijo...

Estoy de acuerdo contigo porque ellas no generan odio.Es la educación de ciertos personajes lo que genera eses maldito comportamiento totalmente fuera de ser humano.
Tenia que comenzar así la semana para que hubiera comentarios.

María dijo...

No quiero crear polémica (nada más lejos de mi ánimo en cualquier momento) pero vaya por delante que yo, mujer, no sé conjugar el verbo odiar y después, me siento mal cuando se diferencia en "ellas" y ellos".
Ya vale de atavismos y diferentes formas de enfocar la vida o los sentimientos en razón del sexo o la condición o lo que queramos añadir.
Procedentes de una historia donde sin pudor se ha denostado la figura de la mujer por todos los estamentos, sin dejar fuera ni uno solo, ya empieza a ser el momento (siglo XXI) de empezar a pensar en el SER HUMANO genéricamente y enfrentarse a lo que hasta ahora ha sido una conciencia colectiva escudada en la educación del bien y el mal.
Ni hubo paraíso perdido, ni manzana, ni Eva que tentara, ni fruto del bien y del mal...
Lo malo es que estos temas persisten por igual en hombres y mujeres (y ahora sí que nombro ambos grupos)
Tema complejo, demasiado complejo.
Un beso Ángel y que conste que sé de tu buena fé al poetizar sobre el tema.

María dijo...

Y me permito una acotación a pie de página.
La violencia está impresa en la memoria de la humanidad desde la aparición del primer rastro de vida, lo terrible es que quien se mueve más cómodamente en ella es, como no podía ser menos, el más fuerte FÍSICAMENTE que no mentalmente.
Besos.