23 de enero de 2011

Sibilante silbó...

 
 
Baten los vientos,
golpean los batanes cadenciosos,
enardecidos saltos de agua,
los juncos esconden los ribazos
cuando se escucha el canto,
sibilante silbó desglosado es mandado,
Sollozante remolino es calmado.
Sal del sol sazona la primura
ceñida por los rayos de luna.
Escancian en las los copas suspiros de vida,
sorbe el vino la avidez de las ansias,
paciente paciencia la de las muestras.
Oscurecen los días en las solemnes melancolías
que traen las memorias de los quejidos,
consentidos son los desgarros,
pretendido ese morir que desbarra por las espadañas,
rodando van los cantos por los regatos,
es la fuerza del agua la que mueve la palanca
suenan las tormentas
y en el horizonte el humo al final del rayo…

 
23/01/2011





3 comentarios:

Joaquín Lourido dijo...

Buena forma de otear y oir el eco del horizonte en función de las circunstancias del tiempo -tanto materiales como emotivas- ...

Un fuerte abrazo, Angel.

Santiago Medina dijo...

Descripción pefecta de esa máquina natural que es el mar.Dios mio yo cada vez que lo veo más pienso que es la plena perfección.
Un saludo

María dijo...

Descripción llena de belleza de la fuerza y la vida de la naturaleza.
Es un lujo este poema, ángel.
Un beso.