18 de marzo de 2011

LOS TIEMPOS

 
 
Podría decirse
que mis tiempos ,lentos,
hacen una ,ilusión,
pretérita,
y futura,
en el medio están los tiempos,
de los otros,
de la burocracia
que te marca a fuego,
en la frente,
no el deleite,
sino el fastidio,
preparado
por la burocracia;
siempre existió,
y cada vez se acentúa mas,
y mas;
hospitales del estado,
que sin insumos,
abarrotados, de gente,
con turnos, urgencias,
derivaciones,
funciona a pulmón,
de cada uno de los que
componen,
su espacio especifico
y se termina, rápido
de atender, a pesar
de la tuberculosis, internada,
en la guardia,
abarrotada de personas;
que pena, que pena,
mi tiempo está, manejado,
por otros aquellos, que,
en clínicas privadas,
disponen, de ti,
como solamente
un numero mas;
casi siempre sucede,
que no recuerdan apellidos,
ni rostros,
y uno teme, mucho,
que te den la receta equivocada,
o sin sello, médico!;
hoy mi tiempo,
se consume en la espera,
de algunos servicios,
que tardan, eternidades,
en pasar, de mano en mano,
necesariamente,
con incongruencias, tales,
como el electro está
fenómeno! Yo,
digo hoy, que puede pasar,
en el acto quirúrgico,
o en mi existencia, loca,
de acá, hasta llegar,
al final, mesa de operaciones,

helada, anestesiada, rodeada,
de rostros,
que en realidad, solo,
vi una sola vez;
mi tiempo, consta,
de cinco minutos para
escribir, y el resto, que queda,
lo ocupan ellos,
los doctos, que han jurado,
atender, por ese juramento hipocrático,
a cada paciente,
que llegue a sus manos;
que pena, me da,
saber, hoy, que la medicina
es un tremendo negocio,
repleto, atosigado,
de quien resta, apenas,
sumando tiempos,
ajenos, y propios;
que pena, me da!






                                     


3 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

La medicina, la educación, son en la actualidad un negocio no tan sólo en tu país, sino que en la mayoría de los países donde el capitalismo ha sentado sus bases. Es una realidad,triste realidad.
Un beso.

María dijo...

No hay nada que no sea un nogocio en este mundo en que vivimos.
Tranquila mi niña, y ten toda la paciencia sin miedo del mundo, porque pronto todo estará pasado y olvidado y tú serás de nuevo un ser feliz.
Un beso y mi cariño, querida Lidia.

María dijo...

Y qué bueno que los poetas podamos expresar estos hechos, estos sentires, alguien nos escucha, Dios nos escucha y te escuchará para soportar como El lo hizo y todo pasará para tu bien. MIL BENDICIONES. Saludos.