Detrás de un cortinado,
una máscara llora,
y en las manos de un ángel,
caen las sombras;
instantes dolientes,
en que los pasos
crujen
y las caricias
húmedas
son como barro;
siempre, en el atardecer,
caen las hojas,
una máscara llora,
y en las manos de un ángel,
caen las sombras;
instantes dolientes,
en que los pasos
crujen
y las caricias
húmedas
son como barro;
siempre, en el atardecer,
caen las hojas,
y los pájaros
cantan,
prisioneros rotos,
en la hora mas roja!
2 comentarios:
Querida Lidia, bello poema, me encanto.
amiga acá somos pocos que publicamos y es ser buen compañero dejar algún comentario en las entradas de los demas Poetas, Dar y Recibir asi es la vida.
besitos para ti, que Dios te bendiga.
Lidia, que sorpresa verte por aca!!! precioso poema que me encuentro tuyo! un abrazo
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