9 de enero de 2011

LA VERDAD DEL HOMBRE





La verdad del
hombre,
empieza donde acaba su
propia tontería,
pero la tontería
del hombre, es inagotable;
el orador nace,
el poeta se hace,
con el auxilio de los
dioses;
lo corriente en el
hombre,
es la tendencia a
creer verdadero,
cuando aporta
alguna utilidad; por eso hay tantos hombres,
capaces de comulgar,
con ruedas de
molinos;
no olvidemos,
sin embardo
que lo corriente
en el hombre,
es lo que tenemos en común,
con otras alimañas,
pero lo estrictamente
humano
es creer en
la muerte;
no es un deber
retórico,
es engañar al hombre
con sus propios deseos,
porque el hombre
ama la verdad,
hasta tal punto,
que acepta,
anticipadamente,
la mas amargas,
de todas!

 





2 comentarios:

María dijo...

Lo estrictamente humano debería ser la capacidad de raciocinio, pero seguramente es una idea demasiado gastada, para la que hemos perdido siglos de historia.
Aceptar el fin de la vida, al menos como la entendemos nosotros, es algo tan obvio que ni siquiera tenemos que entenderla, sólo sentirla.
Un beso mi querida amiga.

Elizabetta Puig dijo...

Perdóname Lidia..
Tu escrito soberbio, como siempre...

La imagen....jajajajajajaja...la imagen es lo más...jajajajaja....!!que carita!!....jajajajaj....pobrecito...soy una enamorada de los gatos...esa mirada....es una venganza por el "casco" que luce...jajajajaja..pero quedó genial..jajajaja..

Un saludo Lidia..
Elizabetta.