28 de enero de 2011

Madre que un día

 
 
Dedicado a la persona que me dio la vida y
  la oportunidad de conocer este mundo.
  Gracias Madre.



Madre que un día de verano
al mundo me enviaste,
en la madrugada,
cuando el gallo cantaba,
cuando el sol tímidamente salía
y el roció regaba el campo,
con gotas diminutas,
¡y los pájaros!,
se despertaban para saludarme
con sus cánticos del primer día,
que bonito día de Julio,
25 del mes, y yo ciego estaba,
no veía , me asustaba tanto,
y tu me defendías , siempre me protegías,
con tus senos me alimentabas,
pero no sabia, solo ruidos,
me asustaban y me acordaba,
de aquel tiempo en tu interior, madre,
tan confortable, cómodo y pequeño,
pero estaba aquí,
para que me enseñaras y me educaras,
porque era un aprendiz de todo,
aprendiz de poeta,
que con estas líneas quiero
decirte lo magnifica que eres,
lo importante que eres,
madre del alma mía,
persona que yo mas quiero,
tu la que me diste la vida
.

 
 



2 comentarios:

Joaquín Lourido dijo...

Hola Santiago. Un merecido poema a tu madre. los versos hablan por si solos. La única diferencia es que tu realzias el poema desde otra orientación que uno, mío que tu conoces.

Un fuerte abrazo desde Galicia.

María dijo...

Ensalzar a una madre te honra y te hace grande.
Un beso, Santiago y feliz fin de semana.