La marea humana fluye incesante,
me aboca silenciosa al fin del viaje,
y resignada entrego mi ropaje,
con mi fe sutilmente agonizante.
Guardaré con tu amor de cruel amante,
todo lo que llevo como equipaje,
junto a lo que me sobra de coraje
para vivir sin ti ese último instante.
Siento añoranza,.. mi amor prohibido
no supiste guardar como un tesoro,
la locura que nos ha acaecido...
Y voy con el corazón encogido,
y el alma perdida ahogada en lloro,
añorando vuelva a mi tu latido..
me aboca silenciosa al fin del viaje,
y resignada entrego mi ropaje,
con mi fe sutilmente agonizante.
Guardaré con tu amor de cruel amante,
todo lo que llevo como equipaje,
junto a lo que me sobra de coraje
para vivir sin ti ese último instante.
Siento añoranza,.. mi amor prohibido
no supiste guardar como un tesoro,
la locura que nos ha acaecido...
Y voy con el corazón encogido,
y el alma perdida ahogada en lloro,
añorando vuelva a mi tu latido..
Elizabetta
Febrero de 2011
3 comentarios:
¡¡¡que belleza de poema ¡¡ esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de ella, un besin muy grande.
Precioso poema y magnífico el tema de Aute.
Un acierto Elizabetta.
Besos.
Querida Elizabetta, precioso poema, es una delicia leerte.
besitos para ti, que Dios te bendiga.
Noemi
Publicar un comentario