1 de junio de 2011

AUSENCIA

Me duelen mil heridas, en los puños,
que alzo a esos cielos callados;
mi mirada es un garfio, que se quiere aferrar
al contorno esfumado;
es que no he visto aquel
que se llevó mi rostro,
prendido en sus retinas,
que entretejió conmigo,
aquel poema puro, de asombros y sonrisas;
los hilos de esa trama,
son leves y son tibios,
pero se han separado,

y las furias trementes
del mar  y de los vientos
me los arrebataron;
me he sentido deshecha
al tratar de aferrarlos,
sin sangre y sin sentidos,
impotente mil veces
para extender los brazos
y apretarme a lo mío;



todo es inútil ya,
inmenso el desamparo,
los hilos se deshacen,
en el azul que aplasta
de ese cielo enemigo,
los hilos se han borrado!

 




 

3 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Por mil heridas, mil vendas de ilusión; por mil furias, mil calmadas horas...el cielo todavía existe Lidia.
Un beso.

Luján Fraix dijo...

EL DESAMPARO ES TERRIBLE.

YO A VECES ME SIENTO COMO UNA NIÑA DE CINCO AÑOS, SOLA, A LA INTEMPERIE, EN UN MUNDO LLENO DE PELIGROS.

ES FEO SENTIRSE ASÍ...

BESITOS QUERIDA AMIGA.
DIOS TE BENDIGA A TI.

PD. ME PARECE QUE ESTUVISTE POR MI BLOG NIÑA BELLA. YO QUE CREÍ QUE ESTABA ESCONDIDA, ME PESCARON... ES QUE LO ACABO DE ABRIR...

Alma Mateos Taborda dijo...

Bellísimo Lidia con esa magia que deleita y te caracteriza. Felicitaciones! Un abrazo.