Me duelen mil heridas, en los puños,
que alzo a esos cielos callados;
mi mirada es un garfio, que se quiere aferrar
al contorno esfumado;
es que no he visto aquel
que se llevó mi rostro,
prendido en sus retinas,
que entretejió conmigo,
aquel poema puro, de asombros y sonrisas;
los hilos de esa trama,
son leves y son tibios,
pero se han separado,
y las furias trementes
del mar y de los vientos
me los arrebataron;
me he sentido deshecha
al tratar de aferrarlos,
sin sangre y sin sentidos,
impotente mil veces
para extender los brazos
y apretarme a lo mío;
todo es inútil ya,
inmenso el desamparo,
los hilos se deshacen,
en el azul que aplasta
de ese cielo enemigo,
los hilos se han borrado!
3 comentarios:
Por mil heridas, mil vendas de ilusión; por mil furias, mil calmadas horas...el cielo todavía existe Lidia.
Un beso.
EL DESAMPARO ES TERRIBLE.
YO A VECES ME SIENTO COMO UNA NIÑA DE CINCO AÑOS, SOLA, A LA INTEMPERIE, EN UN MUNDO LLENO DE PELIGROS.
ES FEO SENTIRSE ASÍ...
BESITOS QUERIDA AMIGA.
DIOS TE BENDIGA A TI.
PD. ME PARECE QUE ESTUVISTE POR MI BLOG NIÑA BELLA. YO QUE CREÍ QUE ESTABA ESCONDIDA, ME PESCARON... ES QUE LO ACABO DE ABRIR...
Bellísimo Lidia con esa magia que deleita y te caracteriza. Felicitaciones! Un abrazo.
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